La huella que guía: la importancia del sendero podotáctil
- Paola Gómez
- 16 ago
- 2 Min. de lectura

El sendero podotáctil se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar la movilidad segura y autónoma de las personas con discapacidad visual, marcando un avance significativo en la sociedad.

Estos caminos son recorridos diseñados para orientar a las personas con discapacidad visual, especialmente a quienes utilizan bastón. Al colocar el puntero del bastón sobre la carrilera, este les conduce hacia la dirección deseada. No obstante, en muchos espacios estos senderos se ven obstruidos por motocicletas, ventas ambulantes o incluso grupos de personas conversando.
La deficiencia visual se define como una condición que afecta las funciones relacionadas con la vista, generando limitaciones en el desarrollo de actividades cotidianas. Puede originarse por alteraciones sensoriales o estructurales del ojo.
En este contexto, la Dirección General de Investigación de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) ha implementado una guía de inclusión educativa universitaria dirigida a personas con algún tipo de limitación visual; a pesar de ello, los ajustes propuestos no resultan suficientes para garantizar una verdadera accesibilidad.
Frente a esta circunstancia, en el campus central de la USAC, se han instalado guías podotáctiles para facilitar el desplazamiento de personas con baja visión o ceguera. Sin embargo, el camino disponible actual es limitado, a causa de que el recorrido no conecta con todos los edificios.
El sendero está compuesto por dos tipos de señalización: la direccional, con franjas en relieve que orientan el desplazamiento seguro, y la de alerta-precaución, con botones en relieve que advierten sobre cruces, desniveles o accesos. Sin embargo, dentro del campus su alcance es limitado, ya que no conecta con todos los edificios.
“En distintas ocasiones, estos senderos son obstaculizados y estos escenarios se convierten en barreras para una libre locomoción y seguridad de desplazamiento”, señala Gabriel Escobar, docente de la Escuela de Ciencia Política de la USAC con discapacidad visual.
La falta de conocimiento afecta directamente el traslado de las personas que lo necesitan. Incluso, algunos comerciantes dentro de la universidad perciben esta señalización como un simple adorno en el asfalto. Ante esta situación, las autoridades deben aclarar y reforzar la importancia de este camino, a fin de prevenir accidentes, aclara Escobar.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 2006, pretende el uso del diseño universal como requisito esencial en todos los servicios universitarios para aplicarlo en proyectos de infraestructura.
Según los criterios técnicos para el Desarrollo de Espacios Universitarios Accesibles de la Universidad de San Carlos de Guatemala, para el año 2030 las edificaciones y el mobiliario urbano deben contar con una buena gestión ambiental y aplicar el diseño universal para garantizar su adecuado uso por personas con discapacidad.
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